domingo, 29 de septiembre de 2013
A diario no soy yo
No logro odiar a quien quiero odiar, querer a quien quiero querer. No logro dar importancia a las cosas, y lo peor es que no logro ser yo mismo. No quiero buscar la aceptación ni seguir la corriente de la gente, pero es lo que acabo haciendo, porque sinceramente, soy gilipollas. Hay gente a la que idolatro de alguna forma y soy incapaz de decirle lo geniales que son, gente asquerosa a la que quiero fuera ya de mi vida, que me cae bastante mal y acabo siguiéndoles la corriente. Y total, ¿para qué esforzarme en ser yo? si lo más fácil es ser una hoja, caída de una árbol y llevada río abajo por la corriente, sin querer ni poder luchar, que toda siga su curso; con más o menos obstáculos, pero con un mismo destino que es acabar en un determinado punto el cual desconozco. Si al final solo buscaré el estar como quiero estar, solo, compartiendo opiniones e ideas sin tener un contacto físico o sin estar cerca de una persona, porque la única forma de dejar de sentirme solo es estando solo, y aún con gente lo paso peor, teniendo ganas de aislarme y dejar a todos de lado para poder, aunque sea, establecer una conversación con alguien que solo busque pasar el rato o compartir unas ideas, alguien a quien le de igual, una persona a la que si desapareces le daré igual, pero con quien puedas tener buenos momentos. ¿Cuándo encontraré a esa persona? Nunca, porque la gente somos gilipollas por naturaleza y tendemos a dar importancia a algo o alguien basándonos en el pasado, en vez de mirar al futuro.
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