sábado, 19 de octubre de 2013
Incomprendido
Encerrado en un cuarto, con el alma lejos y la imaginación por todo el mundo, frustado conmigo mismo, dejando volar mis pensamientos, y pensando por qué pocas veces he amado, y bueno, total para acabar amargado, que da igual que la gente sea dulce, que acabo siendo salado. No soporto ya la gente que me rodea, que mi paciencia en un encargo y aún no me ha llegado, que la hipocresía es la portada de mi vida, que mi sabiduría es limitada y mi calle un callejón sin salida. Atrapado en un baúl, sin ni siquiera encajar con los recuerdos, tiempos poco memorables que como el humo se han ido con mi yo cuerdo, que ya ni entiendo por qué no puedo estar con los demás, porque soy incapaz de entablar una conversación normal, y por qué, por qué tengo que ser así, que culpa tendré yo de pensar como pienso. Que por culpa de ser yo vivo con la maldición de ser uno mismo, que tienes que ser igual, no te vale ser distinto, tienes que tener unos pensamientos fijos, ser un propetente y mirar por uno mismo, que no, que me niego, prefiero vivir amargado a seguir un estilo, a estar con candano en mi cabeza o ser incapaz de transmitir lo que pienso, que pienso ser yo mismo, seguir discutiendo con mi cerebro, dejar de entristecerme cuando me veo en el espejo, dejar de preguntarme cosas y acostumbrarme a la soledad, que cuando creo que lo he logrado viene alguien y me pilla desprevenido, que no aprendo, que un palo he dado, y mil he recibido, ¿por qué? pues por ser yo mismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario